¿Se puede hacer más para combatir la violencia de género?.
Hoy en La Vanguardia de Barcelona se publica una noticia
de violencia de género que, por si sola ya es terrible, pero más impactante es que
se conozca el mismo día 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer en el que se hacen tantas referencias públicas sobre la situación de las mujeres en nuestra
sociedad. En la noticia se describe el “secuestro de una mujer de 21 años por
parte de su pareja sentimental, de 27 años y con la que mantenía relaciones
desde hace unos meses”. Este secuestro ha durado varios días. En esa noticia se informa de la denuncia de que la mujer sufrió graves malos
tratos físicos, sexuales e incluso torturas en los días que duró su retención. Todo esto ha sucedido en una
población cercana a Barcelona. Además en el domicilio del agresor estaban sus
padres que también han sido denunciados por colaborar en este suceso y que también
están imputados.
A la vez que esta noticia aparece en la prensa española, diversos medios de comunicación internacionales se
hacen eco de una nueva regulación de seguridad para combatir la violencia
contra las mujeres y que se ha puesto en marcha en Inglaterra y Gales. Se trata
de una nueva normativa que permite a las mujeres interesarse ante la policía
por el historial de antecedentes de violencia domestica y de otro tipo de sus
parejas. El Ministerio de Interior ha publicado la puesta en marcha de este
programa precisamente el día 8 de Marzo. Se trata de un programa, que se
inició en fase de pruebas en 2012, para proteger a las posibles víctimas de
violencia de género y domestica. El programa pretende mejorar las condiciones
de seguridad y protección (especialmente de auto-protección) de las mujeres en
situación de riesgo de ser maltratadas y agredidas. Se le conoce con el nombre
de la “Ley Clare” en memoria de Clare
Wood, una mujer de 36 años asesinada por su exnovio en 2009. Este asesinato
refleja, además de la realidad mas grave de la violencia contra la mujer en la
pareja, otra, la dificultad por parte de la policía de actuar con eficacia en
situaciones como la que sufrió esta víctima. Según la información divulgada Clare Wood fue estrangulada y quemada por su expareja en
su casa de Salford, Manchester, en febrero de 2009. El agresor, George Appleton – que fue
encontrado muerto por suicidio días después del asesinato -, tenía un relevante
historial de violencia contra otras mujeres, con periodos en prisión, que Clare
Wood desconocía. En los meses antes de su muerte la joven contactó varias veces
con la policía acusándole de agresión, amenazas e intento de violación. Una investigación de la respuesta policial concluyó posteriormente que la
víctima no había recibido el apoyo y la atención necesarios,
lo que motivó la revisión de la legislación y, tras una campaña de su padre, la
introducción de la "ley de Clare".
Según la información de la prensa española acerca del
secuestro que daba origen a este comentario, en cuanto la policía detuvo a presunto
agresor de la mujer secuestrada, el juez inmediatamente ordeno el ingreso en
prisión del detenido. En la noticia de La Vanguardia se añade “ el arrestado
tenía tres ordenes de detención pendientes y una de ingreso en prisión. Pero la
policía de la Generalitat todavía no lo había encontrado. Nunca estaba en casa.
Además el individuo tenia cuatro antecedentes por violencia de género con tres
parejas anteriores. El juez había ordenado ordenes de alejamiento de todas las
víctimas anteriores”.
El problema de la violencia contra las mujeres es grave pero bien
conocido y analizado. Los estudios sobre esta realidad, como el que acaba de publicar la Agencia de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea (http://fra.europa.eu/en/project/2012/fra-survey-gender-based-violence-against-women) nos dicen qué está pasando con esta la violencia contra la mujer en Europa. En España y, en
Cataluña, disponemos de leyes que amparan una actuación eficaz para reducir esta forma de delincuencia. Per no es suficiente. Ahora nos toca mejorar la actuación profesional de todos los actores implicados
en esta lucha y, como es el caso de la Ley Clare, introducir nuevas medidas que hagan
más eficientes los recursos implicados en esta actuación social para eliminar
la violencia contra la mujer.