Concepción Arenal, Google y la reincidencia penitenciaria


Hoy, como casi todos los días desde hace ya no se cuanto tiempo, al abrir Google veo con agradable sorpresa que el “doodle” de Google está dedicado a Concepción Arenal. 
En el "doodle" la primera O es una frase "Abrid las escuelas y se cerraran las cárceles". La segunda O tiene es un busto de la escritora, Concepción Arenal Ponte pionera del feminismo, entre otras cosas, que nació en 1820 en Ferrol (La Coruña) y murió en 1893 en Vigo (Pontevedra). La combinación de su busto y la frase me han animado ha hacer este post.

El  motivo que ha llevado a los "doodlers" de Google a dedicarle el "doodle" de hoy a Concepción Arenal es el 195 aniversario de su nacimiento. La frase que incluyen en forma de lápida es de tremenda actualidad, al menos en los USA, donde llevan unos cuantos años empeñados en reducir la reincidencia de los delincuentes que salen de sus prisiones. Uno de los mejores procedimientos que han encontrado es, promover la educación secundaria de sus los presos y sobre todo de los ex-convictos cuando acaban su internamiento.

En en 1994 el Congreso de los USA, ante la ola de delincuencia especialmente violenta que se vivía en aquellos años, aprobó una ley que consagraba la llamada la política de "mano dura con el delito" y de la cual proviene la popular política de "Tolerancia cero" que tanto se ha extendido por nuestro entorno. Se destino muchísimo dinero a combatir el delito por medio, sobre todo, de la inocuización o lo que es lo mismo encarcelar e incapacitar a los delincuentes violentos y, sobre todo, a los reincidentes (the three strikes out). Esa política llevó a los USA a ser el país del mundo con más presos. En la actualidad hay más de 2 millones de presos (más de 7 millones si se incluyen los que cumplen otros tipos de sanciones penales). Y esa política, ¿disminuyo las tasas delictivas?. Los delitos en los USA se han reducido desde entonces, pero aún se discute si esta reducción fue provocada por esa política y en que medida. 

Parece que su efecto ha sido mucho más pequeño de lo que se esperaba. El delito, desde los '90 se ha reducido, pero el efecto del encarcelamiento masivo no ha sido la principal, ni tan siquiera la más importante razón de ese descenso. Esto lo ha descrito con gran claridad Joan Petersilia (abajo en la foto), una destacada criminóloga de la Universidad de Stanford, que ha descrito este fenómeno y lo ha denominado la "burbuja penitenciaria". 


Tan grave ha llegado a ser la situación de encarcelamiento masivo para la sociedad norteamericana, en términos humanos, sociales y económicos, que en 2008 el Gobierno de Busch proclamo la Second Chance Act, vigente actualmente destinada primordialmente a facilitar la reintegración social de los ex-convictos (unos 700.000 anuales). Su programa estrella, el Re-entry Program, promueve y financia iniciativas comunitarias para la reinserción. La iniciativa mas destacada es facilitar que los ex-presos acaben sus estudios, sobre todo secundarios, hasta el punto que a los que obtienen el certificado de haber acabado esos estudios, se les elimina de su expediente penal los antecedentes de haber estado en prisión para facilitar, entre otras cosas su acceso al mercado laboral a la vicienda y otras necesidades sociales. 



Un reciente estudio publicado en la Harvard Political Review analiza el efecto de eliminar los programas educativos de los presos, una de las medidas que se tomó en 1994 en las prisiones norteamericanas y que hemos comentado. Solamente sobrevivieron, mantenidos por iniciativas privadas, el 8% de los programas que existían hasta ese momento y desde los años '70. El resto, de programas educativos en las prisiones, financiados publicamente, se eliminaron. 

Este estudio revisa el efecto de la educación secundaria en la reincidencia delictiva. La mayoría de presos que estan en prisión en USA no acabaron la educación secundaria. En España solamente un 7% de reclusos ha acabado estos estudios cuando la media en España es del 22%: Esta es una de las razones principales de que tengan graves dificultades de encontrar empleo al finalizar su condena y consecuentemente tienen un riesgo elevado de reincidencia delictiva. Los delincuentes jóvenes reincidentes sin estudios de secundaria finalizados representaban el 82% del incremento del numero de presos entre 1990 y 2002.  Aplicando los programas educativos de secundaria (y finalizarlos) se reducía, en un 46%, su reincidencia al cabo de 3 años. Además cada 1$ invertido en esa formación producía una devolución de 2$ a los contribuyentes.

La educación reduce la delincuencia. Esta conexión parece de sentido común, y de hecho se ha investigado, analizado y confirmado en innumerables ocasiones, una de las últimas ha sido  un estudio, de 2007 realizado por la Universidad de Columbia, la Universidad de Princeton y la Universidad de la Ciudad de Nueva York, donde se ha evidenciado que acabar la educación secundaria reduce las tasas de delincuencia tanto de jóvenes como de adultos al impactar el comportamiento social y la estabilidad económica de los ex-convictos 

Por tanto la idea de Concepción Arenal, con su reajuste a la actualidad, del siglo XIX sigue teniendo vigencia. En nuestro sistema penitenciario y desde siempre, esta forma de intervenir nunca se ha olvidado y contribuye claramente a que los niveles de reinserción social de los presos sea mucho mejor que en los USA. Pero no hemos de perder el rumbo y olvidarnos de nuestras buenas prácticas penitenciarias: primar la rehabilitación por medio del tratamiento que claramente funciona, aunque sea todavía insuficiente para lo que todos deseamos. 

Otra de las frases famosas de Concepción Arenal, al menos en el contexto de la Criminología, es "Odia el delito y compadece al delincuente"  también tiene hoy día gran vigencia. La prensa nos informa de crímenes terribles, crueles y despiadados, que hacen mucho daño a las víctimas, su entorno y, en definitiva nos duelen a todos. A la vez somo espectadores de ver como entran a prisión viejos de más de 80 años, la propuesta del legislativo de penas de prisión quasi-perpétuas, de como campañas de televisión condenan al ostracismo social a los delincuentes de género y en general a la extensión de las campañas de "tolerancia cero" casi con cualquier tipo de delincuente. Los avances científicos aplicados a la intervención social nos dicen que si queremos reducir el delito lo mas eficaz es anticiparnos a la comisión de los delitos y después ocuparnos del delincuente para que no vuelva a reincidir.